Una API SAT puede ser una herramienta bastante útil, porque ayuda a las empresas a simplificar muchos de sus procesos que tienen que ver con facturas, cotejar datos y evaluaciones de riesgo, entre otros.
Sin embargo, a pesar de sus beneficios y ventajas en cuanto a la gestión financiera, como el ahorro de tiempo, datos manejados por IA, vinculación fácil con el SAT, y una mayor productividad, puede haber errores que aunque no son inherentes al tipo de interfaces, si pueden derivar del aspecto operativo.
Así que conoce estos posibles fallos para que tu empresa maneje correctamente la API del SAT y mantenga ante todo la eficiencia.
3 errores más comunes al utilizar una API SAT
1. No contar con una estrategia
La integración de aplicaciones para el SAT pone al alcance de las empresas que lo necesiten, muchísima información, actualmente al día a través del portal se pueden descargar miles archivos XML y hasta 1 millón de metadatos, pero si no se tiene definida una estrategia de administración de la información, no habrá una utilidad real para esta.
Debes definir que se requiere en específico, como saber acerca de CFDIs cancelados, IVA pagado, errores en las facturas, comparación de XML entre distintas plataformas, etc., para entonces poder ordenar los datos, priorizarlos y tomar decisiones.
2. No consultar el diccionario de la interfaz
Al igual que con la estrategia, se deben tener claros los conceptos utilizados en la integración de aplicaciones. En tu negocio es importante saber a qué hace referencia el riesgo del cliente y el proveedor, el Z score, el indicador del servicio de la deuda, el ICR o índice de cobertura de intereses, la prueba ácida, la ROE o rentabilidad sobre el capital, entre otros términos que necesitas tener muy en cuenta.
El error de no consultar con antelación el significado de todos los conceptos que utiliza la plataforma API del SAT, puede llevar a tu empresa a tomar decisiones equivocadas en cuanto al otorgamiento de algún crédito.
Otra consecuencia de no tener pleno conocimiento de los términos en los que se basa la API, es una baja en la productividad, ya que eso genera demora en la interpretación y que la eficiencia se vea afectada.
3. Integración sin análisis
Aunque pueda parecer que es algo que no ocurre cuando ya el análisis de la gestión financiera está en manos de inteligencia artificial y machine learning, a veces sucede que aunque las empresas se hayan integrado con una API y a su vez esta se haya integrado con el SAT para extraer y evaluar rápidamente la información obtenida, de manera precisa, aquellas prefieren los análisis manuales.
Al decantarse por los análisis manuales sobre los realizados por una interfaz de programación de aplicaciones, se pierde tiempo, aún más que solo si se desconocen los conceptos del diccionario de la plataforma.
Otra situación que esto conlleva es la posibilidad de un mayor margen de error. Un software especializado tiene menos posibilidad de equivocarse que una persona que hace verificaciones de forma manual.
Es por eso que si decides contar con el servicio de una API SAT para tu empresa, busca una alternativa que incorpore tecnología y procesos automatizados. Así lo hace la plataforma de CRiskCo, que con solamente unos minutos tiene listo un informe de riesgos pormenorizado para que en tu negocio se tomen las mejores decisiones.